Judas IscarioteDe Wikipedia, la enciclopedia libreJudas Iscariote (en hebreo יהודה איש־קריות Yəhûḏāh ʾΚ-qəriyyôṯ). Uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret, siguió a su maestro durante su predicación por Judea y Galilea (hoy conocida como Palestina) y, según los Evangelios, fue el apóstol traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar a su Maestro sin que sus seguidores interfiriesen, tal como había anunciado el propio Jesús durante la Última Cena. (Mateo 26:14-75 y Lucas 22:20)
Su historia según los evangelios canónicosEl Evangelio de Juan expone un antecedente importante de la traición de Judas: la malversación de fondos. Judas era el tesorero y robaba el dinero destinado a los pobres (Juan 12:6). Según todos los evangelios canónicos, Judas guió a los guardias que arrestaron a Jesús hasta el lugar donde lo encontraron y según los sinópticos, les indicó quién era besándole (Marcos 14:43-46). Por su traición fue recompensado con treinta siclos de plata (Mateo 26:15), pero al poco tiempo se arrepintió de sus actos, intentó devolver las monedas a los sacerdotes que se las habían dado, y al no aceptarlas éstos, las arrojó en el templo. Luego, desesperado ante la magnitud de su delación, se suicidó ahorcándose (Mateo 27:5) de un árbol (abril de 29–33). La animadversión popular e histórica hacia JudasJudas ha pasado a la tradición cristiana posterior como el traidor por antonomasia. La animadversión popular hacia el personaje se expresa fielmente en la quema, apedreamiento o linchamiento ritual de numerosos muñecos llamados Judas en Carnaval, Semana Santa u otras fiestas populares (como el Día del Judas celebrado en Robledo de Chavela, o El Judas de Samaniego, ambas en España, o las Festividades de los Judíos en Purísima del Rincón, en México). Esta animadversión hacia Judas, y también hacia los sacerdotes judíos que contrataron sus servicios, fue desviada para que contribuyera al antisemitismo, facilitando la formación de un estereotipo negativo sobre el pueblo judío. A ello ayudó la semejanza entre el nombre de persona Judas y la palabra judío, término que deriva del nombre del reino de Judá (del hebreo יְהוּדָה, Yehudá, hijo de Jacob). La generalización tuvo éxito a pesar de que evidentemente Judas no era el único judío entre los apóstoles, de que los demás apóstoles judíos no traicionaron a Jesús y de que el propio Jesús fue judío. Ejemplo de esta antigua animadversión popular se observa en una leyenda medieval, analizada por Vladimir Propp en su libro Edipo a la luz del folklore. Según ésta, Judas fue abandonado nada más nacer por sus padres. Lo acogió una familia real, pero cuando creció mató a su hermanastro y salió huyendo. Entró al servicio del gobernador de su patria (Pilatos) y, a petición de éste, entró a robar manzanas en el jardín de su padre. Sorprendido in fraganti, mató al padre. Después, se casó con la viuda de éste, es decir, con su propia madre. Tras averiguar su verdadera identidad, trató de expiar su culpa convirtiéndose en uno de los apóstoles de Cristo —pero, lejos de redimirse, acabó traicionando a su maestro. Referencias
Véase tambiénRepresentaciones de Judas en el cineEnlaces externos [editar]
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